jueves, 9 de enero de 2014

Olmo KAEDE

Hola amigos, y feliz 2014 lleno de bonsáis!!!

Como primer trabajito que mostrar este año he elegido un pequeño olmo parvifolia que obtuve de esqueje hace tres años, y que al contrario de lo que se suele hacer, eligiendo una maceta para un determinado árbol, lo que hice es elegir un árbol e intentar formarlo para adaptarlo a una maceta que me proporcionó mi amiga Kaede Shojo, una artista malagueña con muy buena mano para la cerámica. Le puse de nombre Kaede al olmo por ella, y ésta es su evolución desde que se plantó en esta preciosa maceta en cascada en junio de 2012.

 Mi idea original fue formarle una rama en cascada y una copa en estilo moyogui, así que podé y alambré con esta idea:


Lo dejé crecer libremente hasta abril de 2013 y así estaba antes de volver a trabajarlo:

Antes de volver a modelar con el alambre, un desfoliado. Los olmos parvifolias aguantan muy bien varios desfoliados al año y responden aumentando enormemente el número de ramas, además, los continuos alambrados y desalambrados son más fáciles de realizar sin el estorbo de las hojas:


Una poda aproximada, eliminando ramas mal situadas, chupones, y acortando un poco algunas, antes de alambrar:


Y de nuevo, alambrado:


En tan solo dos meses de nuevo había que trabajarlo, los alambres comenzaban a clavarse en algunos puntos, y el defoliado era imprescindible para seguir aumentando la ramificación:



Ya era hora también de ir descubriendo el nebari. Suelo plantar algo altos los bonsáis, pero es con la idea de posteriormente limpiar la tierra y descubrir el nacimiento de las raíces:


En esta ocasión solo podé, y no puse alambre. A dejarlo crecer hasta el invierno: 


Aquí por Cádiz, cuando comienza a refrescar, lo hace suavemente, y no tenemos las bajas temperaturas de otras zonas de España, por lo que las coloraciones otoñales nos pueden sorprender. El color bronce que toman las hojas aquí es provocado por estas bajas temperaturas nocturnas, pero las altas temperaturas diurnas que siguen haciendo funcionar a las hojas en su proceso fotosintético. Hay zonas de la hoja, las más protegidas, que siguen verdes, pero otras toman este color bronceado. Podéis apreciar en esta imagen como  cerré con ayuda de un alambre el nacimiento de la rama en cascada, que se había abierto un poco. Una herida en la salida de la rama, protegida con pasta me ayudaría a fijar la posición.


Y llegamos a este mes de enero, precisamente el día de Reyes, y aprovechando una mañana muy agradable, me entretuve volviéndolo a alambrar. Podé una rama muy próxima en su nacimiento a otra, retorcí un poco la parte superior del ápice para situarla en un sitio adecuado, y bajé en general todas las ramas del ápice para cerrar la copa, no quería que no quedara muy abierta.


Y el resultado final desde el frente, a día de hoy. Aún le quedan unos añitos de trabajo, pero me sirve de entretenimiento, je, je.


Y eso es todo de momento.

Un saludo, en especial a Kaede.

Juan Antonio Pérez.

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